1. Llevar colores para el trabajo a elaborar en clase.
2.Texto impreso
3A
Jueves 23 de marzo
3B
Viernes 24 de marzo
Caza de ballenas
La caza de ballenas comienza
en tiempos prehistóricos. En un inicio se limitaba a la captura de animales en
la costa, pero al pasar de los siglos, los hombres aprendieron a cazar ballenas
mar afuera. Es sabido que los pueblos vikingos comerciaban en el interior de
Europa cuernos de narval.
En la Edad Media desde las
atalayas de los pueblos de la costa del Mar Cantábrico, los vigías daban la
alarma cuando las ballenas, escapando de las aguas frías del Mar del Norte se
acercaban a estas costas. Entonces se preparaban pinazas con 10 o 15 remeros y
un arponero que clavaba el arpón en la cabeza del animal, comenzando una dura
lucha hasta que el animal era vencido y se remolcaba hasta la costa.
Se piensa que estas formas de
caza no tuvieron un real impacto ecológico hasta el siglo XIX, por el aumento
en la demanda de aceites y grasas.
La cooperación internacional en la regulación
la caza de ballenas comenzó en 1931. Una serie de acuerdos multilaterales
existen actualmente en este ámbito, siendo la más importante, la Comisión
Ballenera Internacional (CBI) fundada con el fin de dar asesoramiento en
materia de gestión a las naciones miembros, sobre la base de las conclusiones
de su Comité Científico.
Los países que no son miembros
de la CBI no están vinculados por su reglamento y llevar a cabo sus propios
programas de manejo. Los miembros de la CBI votaron el 23 de julio de 1982
aplicar una moratoria a toda la caza comercial de ballenas, a partir de la
temporada 1985-1986. Desde el año 1992, el Comité Científico de la CBI ha
solicitado que se permita dar propuestas de cuotas para algunas poblaciones de
ballenas, pero esto ha sido rechazado por el Comité Plenario hasta hoy. Noruega
sigue legítimamente cazando ballenas de Minke (Balaenoptera acutorostrata), una
pequeña espéciele ballena barbada.
La Crianza en cautiverio de
ballena, a modo similar a la crianza de ganado, nunca se ha intentado y casi
seguro que sería logísticamente imposible. En lugar de ello, las ballenas son
cazadas en el mar, a menudo utilizando arpones explosivos, que perforan la piel
de una ballena, explotando en su interior. La comunidad internacional considera
esta forma de muerte, un sacrificio cruel, sobre todo si se lleva a cabo por
artilleros inexpertos.
Una vez inmovilizada la
ballena (no necesariamente muere con el arpón explosivo), es subida al buque
factoría, donde debe ser desangrada antes del faenado (cortarla en trozos).
Actualmente, los países
miembros del CBI no pueden cazar ballenas por razones comerciales, pero está permitido
cazar cierto número para la llamada caza científica. Es importante decir que
este programa nunca fue solicitado por el comité Científico de la Comisión
Ballenera Internacional.
Hoy, Japón, Noruega e Islandia
son, junto a los pueblos indígenas, los únicos países que continúan cazando
ballenas.
El ejemplo de Japón es el de
mayor descaro, matando anualmente 440 rorcuales aliblancas en la Antártida y
100 en el Pacífico Norte, lo cual es totalmente inútil, pues la vida sin las
ballenas en los menús de los restaurantes es más que posible.
Cabe destacar dos cosas:
La primera, que Japón nunca ha
publicado su “estudio científico” de más de 10.000 ballenas muertas en los
últimos años.
La segunda, que Japón ha
llegado a sobornar a países pobres para votar a favor de la caza comercial de ballenas,
la mayoría países que no tienen ballenas cerca que puedan cazar.
Normalmente los pretextos de
Japón para cazar aún más ballenas son “las ballenas están depredando a los
peces y dejando menos para el ser humano” o simplemente y está me encanta, “hay
demasiadas ballenas”. O directamente invitan a un colegio de primaria a ver el
“espectáculo “de despedazar a un rorcual aliblanco; luego los niños degustaron
la carne de la ballena, y la mayoría vomitó.
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