lunes, 29 de mayo de 2017

Tareas de la semana del 05 al 09 de junio

Estudiar para su segunda evaluación sobre los temas de autobiografía y artículo de opinión.
Evaluación: jueves 08 de junio

Llevar información impresa sobre los temas que deseen abordar para su artículo de opinión.
Deben ser fuentes fidedignas

Orden de la semana del 05 al 09 de junio

Sesión 1  
Redacción de artículo de opinión.

Sesión 2
Evaluación tipos de argumento.

Sesión 3
Redacción de artículo de opinión.

Sesión 4
Evaluación de temas abordados en el bimestre.

Sesión 5      
Ortografía, “lo que aprendí sobre la acentuación”

Tareas de la semana del 29 al 02 de junio

Estudiar el tema de autobiografía y artículo de opinión para la evaluación de la sesión 5.
Jueves 01 de junio
Viernes 02 de junio

Orden de la semana del 29 al 02 de junio

Sesión 1  
Características y función del artículo de opinión

Sesión 2
Presentación de talleres

Sesión 3  
Artículo de opinión “Visita a biblioteca”

Sesión 4
Ejercicios tipos de argumento

Sesión 5      
Evaluación de tema “Artículo de opinión”


domingo, 21 de mayo de 2017

Proyecto artículo de opinión

Proyecto: artículo de opinión
Fecha de entrega: 09 y 12 de junio
El alumno elaborará un artículo de opinión(tema a elegir)
 Se calificará bajo la siguiente lista de cotejo que deberá adjuntar en su trabajo.


Elemento a calificar
Excelente (3)
Bien (2)
Regular (1)
Insuficiente (0)
Título




Extensión:
 Mínimo 1 cuartilla, máximo 2




Argumentos




Opinión




Ejemplos




Estructura:
Inicio
Cuerpo
Conclusión




Coherencia




Ortografía




Formato institucional:
- times new roman
- 12 pts
- alineación justificada
- interlineado 1.5




Tareas de la semana del 22 al 26 de mayo


22 de mayo
Evaluación autobiografía, presentación nuevo proyecto
tarea: -----------------------------------------------------------------------------------

23 de mayo
Elementos estructurales del artículo de opinión.
tarea: Llevar un periódico de la sección de OPINIÓN

24 de mayo
Artículo de opinión “Equidad de género”
tarea: imprimir el siguiente texto
Equidad y género por Miguel Concha
El Día Internacional de la Mujer, celebrado este 8 de marzo, nos da la oportunidad de plantear ante la opinión pública aquellas cuestiones que violentan u obstaculizan el pleno goce de los derechos humanos de este numeroso contingente de la población, entre ellas la inequidad de género. El género surge de las construcciones socioculturales e históricas que definen, simbolizan y representan las diferencias sexuales, pero que en muchas ocasiones se transforman en discriminación, pues se utilizan para fraccionar el ámbito de lo privado y de lo público, restringiendo con ello la responsabilidad de los hombres en la familia y la participación de las mujeres en la sociedad.
Un estudio desde la perspectiva de género (PG) destaca las desigualdades que sufren las mujeres respecto de los hombres, las cuales constituyen un obstáculo para que puedan tener una calidad de vida basada en el principio de la dignidad humana. Con un análisis a partir de la PG podemos identificar todas aquellas condiciones que las mujeres viven dentro de las familias y en la sociedad, así como los efectos que preservan y propician su condición de discriminada, segregada, maltratada, marginada, empobrecida, acosada, traficada, sin empleo, sin sueldo, o con un sueldo desigual.
En el caso de México, el artículo primero de la Constitución establece que todas las personas gozarán de todos los derechos humanos reconocidos por ella y los tratados internacionales de los que el país sea parte, así como de las garantías para su protección. Más adelante, en el artículo cuarto se declara que el hombre y la mujer son iguales ante la ley, por lo que el Estado mexicano debe garantizar que no existan medidas o acciones que sean contrarias a este principio. México ha firmado y ratificado también diversos instrumentos internacionales que reconocen y establecen obligaciones de respetar, proteger, promover y garantizar los derechos de las mujeres, como la Convención contra Todas las Formas de Discriminación hacia la Mujer (CEDAW); la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, por mencionar algunos.
Ello no obstante, en nuestro país aún existe mucho por hacer para lograr la equidad de género. Los indicadores respecto a la situación de las mujeres señalan que siguen padeciendo violaciones a sus derechos laborales, a la salud, a la educación, a la alimentación, a la vivienda y a sus derechos civiles. Por ejemplo, las cifras dadas a conocer este año por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a propósito del 8 de marzo, indican que las mujeres realizan 76.7 por ciento del total de las labores domésticas y de cuidados no remuneradas. Lo que equivale en el año 2011 a 15.6 por ciento del PIB nacional. Y a pesar de que la mujer ha ganado un amplio terreno en el mundo del trabajo remunerado, persiste la brecha salarial de género. Esta brecha es definida por la OCDE como la diferencia existente entre los salarios de los hombres y los de las mujeres, expresada como un porcentaje del salario masculino. El Informe Brechas salariales en el continente americano menciona que en 2010 en México la brecha salarial por género en ingresos medios se ubicaba entre 5 y 7 por ciento. Dicha brecha se debe, entre otras cosas, a la segregación de las mujeres en el ámbito educativo, y, como consecuencia, en el ámbito laboral. Pero de igual forma en el ámbito familiar, pues allí se relega a la mujer a ciertos roles que le impiden el goce de diversos derechos. Sin embargo se ha demostrado que las mujeres tienen un mejor aprovechamiento cuando pueden acceder a determinados ámbitos. En este sentido el Inegi señala en un estudio de 2012 sobre hombres y mujeres en México, que de la población que accedió a los sistemas educativos medio superior, 46.6 por ciento de las mujeres lograron concluir al menos un grado, a diferencia de 43.9 por ciento de los hombres. A pesar de ello la desigualdad se manifiesta también en la violencia hacia las mujeres. Cifras oficiales del Inegi en 2013 advertían que 63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia, ya sea por parte de su pareja o de cualquier otra u otras personas. Las tasas de homicidios de mujeres se encuentran por encima de la media nacional (4.6 por cada cien mil mujeres), situación que se vuelve alarmante y nos hace cuestionar por qué los gobiernos estatales y federal se niegan a implementar las alertas de género, tal y como sucede en el caso del estado de México, entidad que ocupa el primer lugar en feminicidios a nivel nacional. En México ha habido ciertamente avances en materia de género, pero aún no se termina de asumir esta perspectiva en la legislación o en las políticas públicas.
Lo anterior puede llevarse a cabo por medio de acciones afirmativas o de discriminación positiva, como es el caso de las cuotas de género, que ahora obliga a los partidos a repartir 50/50 entre candidatos y candidatas a puestos de elección popular. Lo que a la larga se espera genere mayor representatividad de mujeres en puestos estratégicos, y con ello que sean ellas quienes propongan y realicen los cambios necesarios para lograr una verdadera equidad de género. Y entre ellos, fomentar una cultura de respeto a los derechos humanos, en la que siempre se utilice un lenguaje incluyente. Por tanto, diseñar, implementar y evaluar una legislación o política pública desde una perspectiva de género, debe contemplar como propósito último detectar y combatir el trato desigual, tomando en cuenta el principio de no discriminación. Es decir, generar acciones para disminuir las brechas entre hombres y mujeres, para permitir que ambos puedan gozar plenamente sus derechos.

25 de mayo
Características y función del artículo de opinión
tarea: imprimir el siguiente texto
Artículo de Opinión acerca de la Obesidad Infantil
OPINIÓN: “NUESTROS HIJOS SE MERECEN UN COMIENZO SANO”
Por [César Gastón]

 La obesidad infantil en este país se ha más que triplicado en los últimos 30 años. Hoy en día, uno de cada seis niños de nuestro país es obeso. Tener sobrepeso u obesidad pone a los niños en riesgo de hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas, y otras condiciones que normalmente solo se ven en adultos. Olvidemos por un momento los miles de millones de dólares en costos adicionales anuales que los contribuyentes deben gastar en cuidado médico a causa de la obesidad infantil – casi $150 mil millones anualmente, de acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Lo que es realmente inconcebible es que, por primera vez en la historia, nuestros hijos podrían tener menores expectativas de vida que nosotros. Para decirlo claramente, esto es inaceptable. Como padres y ciudadanos, es motivo de orgullo poder decir que nuestros hijos tendrán una mejor vida que nosotros. Y como los adultos en nuestra comunidad, no podemos permitirnos ser complacientes acerca de la salud y bienestar de nuestros niños. Necesitamos levantarnos y hacer lo posible - TODO lo posible – para revertir esta tendencia alarmante. A nivel nacional, existe el consenso que Los Estados Unidos puede y debe de revertir la epidemia de obesidad infantil en esta generación. En nuestra ciudad, tenemos que tener por lo menos esa misma ambición. Ya tenemos los conocimientos, las herramientas y la capacidad de lograrlo. Aunque no podemos cambiar el rumbo de esta epidemia de la noche a la mañana, sí sabemos lo que funciona – la obesidad infantil no es una enfermad incurable. Los expertos coinciden en que una dieta balanceada, actividad física regular y la educación son los elementos clave para la solución. Podemos encaminar a nuestros hijos hacia una vida saludable ayudándoles a tomar decisiones inteligentes acerca de lo que comen y cuanto ejercitan. Necesitamos ayudar a que nuestros hijos se mantengan sanos, animándoles a mantenerse activos. Debemos de reducir su tiempo frente al televisor y la computadora. Necesitan mantenerse en movimiento a través de actividades cotidianas, como caminar o ayudar en el jardín. Lo más importante es que tenemos que dar un buen ejemplo a nuestros hijos – comiendo sano y haciendo actividades con ellos. No importa lo que digamos, nuestros hijos se dan cuenta e imitan lo que hacemos. No pretendo sugerir que el lograr estos objetivos es lo más fácil del mundo– y claro que para alcanzar estos logros hay barreras dentro de las familias, escuelas y comunidades. Va a tomar un esfuerzo concertado y comprometido por parte de toda la comunidad para resguardar la salud de nuestros hijos. Esa inversión no será insignificante pero me inclino a creer – y estoy seguro que estará de acuerdo – que ninguna inversión en nuestros hijos podrá ser demasiada. Ellos son tanto nuestro futuro – como nuestra responsabilidad. “Sus vidas serán mejores que las nuestras” – es la promesa tácita que nuestros padres nos hicieron y que sus padres les hicieron –es la promesa que cada generación ha hecho a la siguiente, a través de toda la historia. Les debemos a nuestros hijos asegurarnos que vivan vidas más largas, sanas, y fuertes que nosotros. Más importante aún, nos lo debemos a nosotros mismos. ¿Realmente podríamos estar satisfechos de ser la primera generación en toda la historia que no logró cumplir esa promesa? Nuestros hijos se merecen un comienzo sano - no ponemos en duda nuestra responsabilidad ni nuestra habilidad para lograrlo.